Al despertar, sobresaltada, he sentido tu angustia como si fuese real, como si fuese mía.
Desconcertada, tengo miedo… hace tanto que no hablamos sin los ojos de los señores de mirada telescópica cochina pegados en el cogote, que en ocasiones creo que me he equivocado, que debería acabar, lo que empecé contigo.
Sea para eso o simplemente para charlar, me gustaría volver a saber de ti, ya que lo que te angustia (aunque sea difícil de comprender), me angustia a mi también…
Desde el pozo de nuestros lamentos, se despide tu petarda.
Xika enamorada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario